viernes, 1 de mayo de 2009

GEORGE MÉLIÈS

La importancia de Méliès en los principios del cine, por su parte, no ha sido olvidada, como Guy-Blanchè. Inició su carrera como ilusionista, pero en seguida se vio atraído por el nuevo medio, tras ver las primeras proyecciones públicas de los Hermanos Lumière en diciembre de 1895.
Mientras estaba filmando en París, su cámara se atascó y, apenas unos instantes después, volvió a funcionar de nuevo. Cuando observo lo que se había grabado, noto que que, al quedar expuesta la película durante el tiempo en que se había quedado obstruida, los coches que pasaban por la calle daban un salto de repente, y la gente desaparecía. Este descubrimiento que otorgaba un carácter mágico a las películas, le inspiró para realizar filmes como La lune à un metre / La luna a un metro (Francia, 1896), en la que vemos primero un observatorio y a continuación un decorado teatral con la luna en primer plano, como si estuviéramos observándola por un telescopio. Méliès era un gran experto en la magia ilusionista del cine, y transformó el realismo de los filmes de los Lumière en espectáculos de elevada fantasía y teatralidad

Este accidente e imaginación, innovación y una continua experimentación que se basaba en el ensayo-error, el primer ejemplo del modelo de Gombrich “esquema más variación”, el potencial del cine fue descubriéndose poco a poco y avanzando gracias a personas como éstas, arriesgadas, curiosas y con talento para lo visual.

GEORGE MÉLIÈS -Le Voyage dans la Lune (1902)

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